Ya sea olfateando una perdiz o rastreando las zapatillas de papá, está claro que lo suyo es la caza.
Descripción del Braco Alemán
Contemplar al Braco Alemán mientras avanza seguro, respirando el olor de las presas, es todo un espectáculo: su cuerpo armonioso y sólido se mantiene alerta y preparado para entrar en acción en cualquier momento. La nariz prominente es la que dirige, desde la punta del largo hocico, el rastreo.
Además tiene una silueta tan elegante, adornada con un precioso abrigo moteado, que pocos pueden resistirse a sus encantos como perro de compañía. El Braco casero reserva lo mejor del cazador para ofrecérselo a su familia: iniciativa, alegría, fidelidad, responsabilidad, etc.
También toda la energía de un trabajador incansable que se siente mucho más cómodo en el campo y que despliega demasiado nervio para entender las dudosas ventajas de vivir en un piso en medio de la ciudad.
Historia del Braco Alemán
El origen del Braco Alemán no está muy claro, aunque la teoría más verosímil apunta a que su "abuelo" fue el perro de Oysel. El Braco, sin embargo, hoy presume de unas cualidades magníficas gracias a las aportaciones de los perdigueros hispanos introducidos en Alemania por los cazadores flamencos en el siglo XVII.
Utilidad del Braco Alemán
No es de extrañar que el Braco sea uno de los perros de caza más apreciados, sus admiradores se deshacen en cumplidos y afirman que sabe hacerlo todo bien: desde levantar las piezas hasta llevarlas a las manos de su amo con la mayor delicadeza ¡nunca se le escapa un mordisco de más!
Cuidados del Braco Alemán
Un cazador no tiene tiempo de ir a la peluquería y los cuidados que exige su pelaje lleno de motitas son mínimos, pero sus orejas colgantes deben ser protegidas ante las infecciones. La alimentación y el ejercicio deben ser controlados para prevenir la torsión de estómago por lo que animar al Braco a correr después de una comida copiosa no solo no es recomendable, sino que puede resultar peligroso.
Es un deportista duro y muy fácil de cuidar que sólo se ve amenazado por la displasia de cadera y algunos problemas oculares. El Braco anciano puede sufrir insuficiencia renal, ataques al corazón o, incluso, artritis grave, pero la esperanza de vida de un ejemplar sano y feliz supera los diez años.
Carácter del Braco Alemán
El Braco adolescente es un concentrado explosivo de energía y afectividad que debe ser canalizada adecuadamente a riesgo de que las plantas del jardín o el mobiliario de la casa sean víctimas de sus muchas ganas de jugar.
Para evitar estos y otros efectos catastróficos, el dueño de un Braco debe inventar mil y una formas de agotarlo lo suficiente, así como empezar cuanto antes con el adiestramiento de este alumno aventajado que siempre está deseoso de aprender.
Aunque en casa a veces hay que refrenar los excesos de este "loco de la caza", con los niños no hay que temer ninguna salida de tono: el Braco Alemán no sólo tiene ganas permanentes de jugar, sino que sabe lo que se trae entre manos y se comporta con exquisita delicadeza.
Nadie puede permitirse salir de caza con un compañero impaciente o asustadizo al que le den miedo los disparos, y lo mismo sucede a la hora de compartir todo tipo de experiencias cotidianas, así que resulta fundamental elegir un cachorro tranquilo, simpático y con seguridad en sí mismo.